Hace
algún tiempo estoy notando que la computadora hace cosas extrañas: multiplica
mis archivos; encuentro infinitas veces mis pocos archivos, como si mis fotos
fueran innúmeras, mis trabajos de la Facultad muchos más de los que son, y mis
escritos cuantiosos. Me dicen que eso puede explicarse de una manera coherente:
la computadora tiene una partición, lo que hace que en
vez de existir sólo un disco C, éste tenga un gemelo llamado disco D. Además, me
dicen, la computadora tiene dos sesiones, de las cuales una es la mía. Y que por eso mi única carpeta, por razones ajenas
a mi voluntad, se quedó en el disco C, la mudaron al disco D, donde debía estar
y pasó por las dos sesiones, hasta llegar a la mía, y por su naturaleza pudo
ser copiada sin moverse de su lugar original, por eso las cosas aparecen, dos,
tres, o cuatro veces.
Sí, ésa
es la explicación coherente, pero yo no les creo, yo sé que algo raro está
pasando. Estaba releyendo mi novela, escrita en la computadora, y entre
medio de un capítulo, me encontré pegada esta imagen de Daria.
¿Cómo llegó
hasta ahí? ¡Qué miedo! ¿Quién lee mi novela y me pega una figura? Pero claro,
esto no es la primera vez que me pasa, una vez me encontré, en el medio de un
escrito, una imagen de un león.
También desapareció uno de mis cuentos, con su
correspondiente ilustración. Uno de mis mejores cuentos, con una ilustración
muy apropiada al caso.
¿Cómo
saber ahora cuál es la original? ¿Cómo saber ahora adonde estoy escribiendo o
peor, adonde estoy guardando mis escritos? ¿Cómo sabré, cuando los busque, si
son o no los documentos modificados por mí?
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El relato es verdadero, pero no actual. Esto me pasó en el año 2003, y no me acordaba más hasta que volví a leerlo.